ACTIVIDAD 1 (conceptos centrales de la materia)


ACTIVIDAD 1 (entrega vía email hasta el viernes 20/3/2020 escriban a profemoure@gmail.com poniendo nombre división curso y escuela ) 

Lectura sobre los principales conceptos que articulan el programa de la materia. Leer atentamente y luego realizar un texto de entre cinco y diez líneas donde se articulen todos los conceptos. Como segunda tarea analizar la caricatura de abajo y explicar cómo se relacionan los conceptos leídos sobre la forma de percibir la pregunta por parte de los cuatro personajes.



Cultura
Hay un acuerdo acerca de que es indispensable comprender la CULTURA para comprender las significaciones del mundo. Esto implica que vivimos en un mundo cuyas leyes, lógicas, modos y costumbres no serían posible sin la cultura. El análisis de la cultura no intenta como la ciencia hallar leyes que puedan ser confirmadas por la experiencia: analizar la cultura nos permitirá comprender que el mundo es un entramado de significaciones que nosotros mismos hemos inventado, aunque  vivamos nuestra existencia como algo natural o verdadero. Como sostiene el antropólogo estadounidense Clifford Geertz, “el hombre es un animal inserto en tramas de significación que él mismo ha tejido”. El mismo Geertz sostiene que el ser humano es “un animal incompleto, que se completa por obra de la cultura”.

Pero aunque la cultura confiere armonía, en tanto muchos seres humanos compartimos una cosmovisión del mundo, experiencias y sentidos, también es un campo de conflictos, escenarios de disputas materiales y simbólicas.
Clase social, género, edad, etnias e ideologías son algunos de los elementos que aparecerán en la materia como factores donde se darán esos conflictos por establecer una HEGEMONÍA. Las luchas contra los status quo que se generen en determinado tiempo darán lugar a las subalteridades, y las contra –hegemonías.

Comunicación

De acuerdo con su etimología latina comunicar quiere decir poner en común, compartir. Este poner en común constituye lo propio de la vida social y la condición humana. La comunicación, por lo tanto, será entendida como una dimensión de lo humano que se reconoce en la constitución del universo de significados y valoraciones adjudicados a experiencias. Es decir, esta definición debe pensarse como dependiente del concepto de cultura.
Sin embargo, hay diversas miradas acerca de la comunicación entendida como proceso humano fundamental, como campo de poder (incluyendo los problemas tecnológicos, de distintos medios y lenguajes) y como disciplina de conocimiento de la sociedad.

Sociedad

¿Te pusiste a pensar alguna vez por qué te levantas temprano, o por qué comemos al mediodía, o porqué creemos (o descreemos) en dioses, o por qué elegimos representantes? El concepto de Sociedad es útil para entender todos esos “porqué”.
Somos seres gregarios no ermitaños.  Esto implica que necesitamos vivir en sociedad, y que si bien existen casos de personas que viven aisladas, es esencial de la condición humana la vida en Sociedad. La Sociedad son grupos de seres humanos que interactuamos todo el tiempo, y que somos capaces de autorreproducir  nuestra existencia colectiva en función de un sistema de normas que seguramente heredamos y que muy probablemente nos sobrevivan en el tiempo después de la muerte. Apenas si con suerte somos capaces de observar en toda nuestra existencia la modificación de algunas de esas normas.
Pero esto no significa que esas normas no entren en crisis, ni que ocurran en un contexto de armonía.  En las interacciones sociales –que siempre constituyen relaciones de poder– se construyen los múltiples significados de la cultura. En todas las unidades de la materia atravesaremos por esas relaciones dispares de poder.
Poder
Las relaciones entre sujetos son siempre relaciones de poder, en tanto –mediante sus interacciones– diferentes grupos sociales chocan, resisten, negocian, construyen y reconstruyen la trama de la cultura. Así se produce una lucha en el campo de los sentidos socialmente construidos. De esta manera, el poder no es algo que pueda proclamarse, sino que es la fuerza que detenta aquel que lo ejerce. Lo complejo del poder, según veremos a través de autores como Maquiavelo, Gramsci o Foucault, es que no se trata simplemente de una cuestión de fuerza, de fuertes venciendo a débiles, sino de la forma en que el poder ocurre: con uso del miedo, con la existencia del sentido de pertenencia, del deseo, las creencias, etc.

Identidades / diversidad
La noción de identidades, fuertemente relacionada con la definición de cultura propuesta, da cuenta de forma simultánea de lo común y lo diferente, lo propio como dado y lo propio como adquirido. De allí que se constituya a partir de una dinámica relacional entre las significaciones culturales aprendidas y las creaciones realizadas por los sujetos a partir de sus experiencias. Esto quiere decir que las identidades se constituyen siempre en alguna relación. Toda identidad se afirma sobre un conjunto de valores y a través de la pregunta Quién/es soy/somos. La identidad es esencialmente una construcción, cuyos sentidos se construyen en un continuo y complejo entramado de relaciones sociales en el seno de una estructura social. No puede construirse una identidad que desconozca lo social o lo colectivo al menos en alguna de sus facetas. Las identidades culturales son escenario y objeto de luchas políticas, económicas y representacionales. Una mirada que atienda los aspectos conflictivos de los procesos de construcción de identidades sociales requiere, para su comprensión, de la articulación con la noción de diversidad en tanto y en cuanto los dominios identitarios son construidos siempre en relación a una diferencia, una alteridad.  El estudio de las identidades y de las diversidades culturales colabora en la visualización de un aspecto fundamental de la democracia: el reconocimiento y la legitimación del conflicto, así como la negativa a suprimirlo mediante la imposición de un orden autoritario. Una sociedad democrática-pluralista no niega la existencia de conflictos, sino que proporciona las instituciones que le permiten expresarlos.

Desigualdad
El conocimiento de la dimensión cultural de una sociedad supone una pregunta/problematización acerca del reparto –y los conflictos que ese reparto supone– en torno de los bienes materiales y simbólicos. De tal modo que la noción de desigualdad sociocultural que se propone “comprende la distribución desigual de bienes económicos, de medios de poder político y de expectativas culturales para la propia o ajena estimación. La desigualdad social, como distribución desigual de bienes económicos, políticos y culturales, no es, por lo tanto un hecho natural, sino que más bien es producida y reproducida en instituciones sociales”. Se trata de asumir la idea según la cual la producción sistemática de desigualdad social no es resultado de una cuestión ni natural ni exclusivamente económica, sino también simbólica y cultural. Se estudiará entonces el proceso que va desde el reparto inequitativo de bienes materiales –que produce situaciones de desigualdad social respecto de la salud, educación, vivienda, tecnológicas, etc.,  hasta las diferentes prácticas y representaciones de la jerarquización y estigmatización social. De tal modo que las estructuras sociales no solo construyen y dan forma a la desigualdad, sino que también las sostienen y reproducen en los discursos y las prácticas culturales.

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